LA AUTÉNTICA CINDY SHERMAN

A lo largo de más de 20 años, Michelle Dubois fue documentando su ajetreada vida a través de miles de fotos. Protagonista en todas ellas, Dubois capturaba instantáneas de su propia identidad, como quien observa, desde el lado anónimo del espejo, en una habitación de peep-show. Con sus poses sonrientes, nos regala una sexualidad lúdica y relajada, la misma que la condujo al Japón de los 70, donde siguió explorando los confines de su curiosidad. En este periplo vital y fotográfico, Dubois cazaba imágenes de sí misma sin ninguna ambición artística; sin embargo, su obra acabaría viendo la luz en las salas de exposiciones. En 2009, las fotógrafas Zoe Crasher y Leslie Grant descubren este archivo y despliegan el mapa de una mujer enigmática, la auténtica Cindy Sherman, actuando -o no- en cada su momento de su vida. (Y es que los límites de la actuación a veces son muy difusos, como bien sabía esa otra Dubois, en quien probablemente inspiró su nombre…)

De alguna manera, aunque que la voluntad de Michelle Dubois no fuera artística, su modo de escribir su historia sí que lo fue.

Puedes leer más sobre ella aquí. Lo encontré vía C-Monster.